Ivan Albright: "Into the World there Came a Soul Called Ida". Pintura al óleo. The Art Institute of Chicago. |
Hoy estaba hablando con una de mis amigas y me comentaba cómo de la nada le hicieron una propuesta de trabajo como recepcionista. Llegamos a la conclusión de que la propuesta tenía un interés oculto de parte del oferente (hombre, por supuesto) y se lamentaba de transmitir la imagen de barbie hueca, y no de persona inteligente.
Eso me recordó que alguna vez escuché a una chica decir que en su empresa no contrataban gente "fea" por muy inteligente que fuera, y casi exudaba gotas de orgullo porque ese hecho daba por sentado su condición de beldad. Según la política de la empresa en cuestión, tener contacto con gente "fea" le resta interés a clientes potenciales. Me quedé anonadada cuando escuchaba ese comentario, puesto que la persona que lo decía tenía estudios de posgrado y varios méritos académicos y laborales, y sin embargo, al parecer su mayor orgullo era "ser bonita" según los estándares de su compañía... me imagino que su entrevista de trabajo habrá sido como la del siguiente vídeo (por cierto en un idioma que no hablo, pero las imágenes lo dicen todo).
La verdad es que no entiendo por qué sus palabras me cayeron como balde de agua fría, si los medios nos "iluminan" con ejemplos de mujeres que han brillado por su físico más que por su cerebro: la tímida Norma Jean Baker (alias la rubia platinada Marilyn Monroe) a quien Jane Russell describió como "mucho más inteligente de lo que la gente le da crédito"; Madonna Louise Ciccone, quien se dio a conocer como una chica material y sexual, pero que ha demostrado que de tonta no tiene un pelo; Shakira (la amaba por sus dotes de cantautora precoz) que renegó de su melena morena para divertirse más como rubia y transformarse en una loba rabiosa (¡¡¡alguien necesita una vacuna antirábicaaaa!!!).
Quizás es porque pensaba que esos estándares no eran aplicables en nuestra vida cotidiana. ¿Estaba ciega? ¿Por qué nuestra sociedad está tan pasiva? ¿Acaso esos criterios de contratación laboral no pueden ser considerados discriminación? Ya hay precedentes por edad, por sexo, por religión, raza y peso. ¿Por qué son tan pocas las legislaciones que se han interesado por este tipo de desigualdad ante la ley?
No estoy en contra de ser una persona prolija con la apariencia personal, pero de ahí a que eso sea un factor para que no te contraten, aún cuando tus habilidades superen a los de otros candidatos que optan por un empleo, me hace vislumbrar tintes de nazismo (ya no buscaremos la raza Aria, sino la raza "Belle").
Y esto es sólo la punta del iceberg. El culto a la belleza ha creado a su vez otros problemas, que por sus implicaciones tan complejas no voy a abordar en esta ocasión, como la prostitución, el bullying y el suicidio de adolescentes, entre otros.
Qué bueno que Mafalda se quedó en su niñez, porque si no, hubiera estado en peligro de volverse la Cicciolina original, con tal de llevar su sensata voz a las esferas parlamentarias.
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